OTTAVIA: Entre dos montañas cuelga esta ciudad telaraña, todos sus elementos están suspendidos en el vacío por cuerdas y pasarelas. Se plantea una vivinda con "sabor a calabaza"
ARMILLA: Ciudad demolida, sin paredes ni techos, donde solo quedan en pie las cañerías. Si uno se fija podrá percibir a las ninfas y nayades acicalarse y exibir sus bellos cuerpos mientras disfrutan de sus duchas maturinas.
SMERALDINA: Ciudad acuática, con su retícula formada por canales y callejuelas, conectadas por escalerillas, puentes y galerías, donde siempre hay más de una camino